Melancólica la voz de La Selecta

Por Jaime Torres Torres
Para Fundación Nacional para la Cultura Popular
publicado el 8 de agosto de 2015
Es la voz de la musa de un director comprometido con el buen gusto y los valores culturales y humanos que definen la puertorriqueñidad.
Es la voz de la Orquesta del Pueblo; la que le ha cantado al hombre sacudido por un desengaño amoroso que, como el payaso, ríe por no llorar.
Es la voz que consoló a los familiares de los soldados boricuas que derramaron su sangre en Vietnam e Irak.
Es la voz de Sammy Marrero, quien tras una historia de 44 años en La Selecta, la repentina pérdida de su director Raphy Leavitt lo mantiene sumido en una profunda melancolía.
“Eres mi amigo, mi maestro, mi compadre… Estaremos siempre juntos. Te fuiste primero que yo, siendo más joven que yo… Jamás habrá alguien más grande que tú. Primero Dios y luego tú. Déjame un ladito para que cuando me toque a mí te pueda cantar ‘Payaso’ y ‘La cuna blanca’ como lo mereces”, dijo Sammy, de 73 años, en declaraciones exclusivas para la Fundación Nacional para la Cultura Popular.
Raphy Leavitt, fallecido a los 66 años, y Sammy Marrero se conocieron a finales de 1970. Después del combo Los Señoriales, Leavitt fundó la Banda Latina, que se dedicaba a tocar los éxitos del momento. Decidió formar la Orquesta La Selecta para aportar nuevos contenidos a la salsa. Tenía la orquesta y el repertorio, pero faltaba el cantante. Entonces, el trombonista Richard López le sugirió a un “flaco de Bayamón” que inmediatamente contactó y el resto es historia.
“Una anécdota que no olvidaré sobre el primer disco ‘Payaso’ es que me tocaba grabar el bolero ‘Te equivocaste’. La había repetido muchas veces en el estudio Borinquen, pero Raphy me decía que yo no lograba lo que él esperaba como director de orquesta. El salió a comerse un emparedado y minutos después yo llegué. Me preguntó porqué yo no estaba en el estudio. Le dije que la había grabado y cuando la escuchó no hubo necesidad de añadirle más. Yo siempre me esmeré y me esmero por dar lo mejor para que Raphy se sienta complacido”, señaló Sammy, oriundo de Coamo y residente en Bayamón.
Con La Selecta, durante la primera década y media, Sammy Marrero inmortalizó canciones como “Payaso”, “Soldado”, “Amor y paz”, “Destino humano”, “El solitario”, “Mi barrio”, “Jíbaro soy”, “La cuna blanca”, “El Buen Pastor”, “Falsedades”, “Voces del África”, “Herido”, “Lamento campesino”, “Ambiente”, “Somos el son” y otras.
“Modestia aparte, ser sonero e improvisador de décimas no es lo mismo. No todos lo hacen, pero yo sí, porque la décima la cultivo desde mi niñez y como sonero me desarrollé con Raphy. Le agradecerá siempre que depositara su confianza en su estilo para que interpretara ‘Jíbaro soy’, cuya letra despertó su sentir patrio. Yo barría el batey de mi casita en Coamo y escuchaba a mi madre cantar décimas, como lo hacía en la quebrada donde lavaba la ropa. Incluir algo típico en la orquesta fue un plan común porque él reconocía mi voz criolla. Es una de las canciones más solicitadas. Por eso me enorgullezco en decir con humildad que soy sonero e improvisador”.
Sammy, el cantante de mayor longevidad en una orquesta de salsa, seguido de la trayectoria de Charlie Aponte con El Gran Combo, reveló que desde sus inicios con La Selecta recibió ofertas de otras orquestas y disqueras para abandonar La Selecta.
“Fueron ofertas de mucho dinero, pero eso no es lo más importante de la vida. La dignidad vale más. Yo le di mi palabra a Raphy y la he cumplido por espacio de 44 años porque soy un hombre de palabra”.
La continuidad de La Selecta está sujeta a la voluntad de la viuda María Barreto. Son decenas los compromisos artísticos en agenda y, en particular, la culminación de la grabación de su primer disco en 13 años, tras el lanzamiento en 2002 del cd doble “30 aniversario”. Raphy y La Selecta grabaron cinco cortes y meses atrás iniciaron la promoción con el lanzamiento del sencillo “Cuarentona”.
“Lalo (la viuda María Barreto) tomará la decisión de sacar el disco y continuar con la orquesta. Siempre he sido un soldado de fila y siempre lo seré. Yo haré lo que la familia decida. Siempre ha sido mi vida complacer a Raphy”.
Mientras, Sammy Marrero se prepara emocionalmente para rendirle su último tributo a los restos de Raphy Leavitt en capilla ardiente, como si se tratara de una irónica premonición de “La cuna blanca”.
“No sé como reaccionaré en ese momento. Sólo Dios sabe como yo y otros de los muchachos reaccionaremos. Pero la esencia del espíritu de Raphy Leavitt siempre estará cerca de mi”.
Para mas información sobre Raphy Leavitt y La Selecta visita: http://prpop.org/ del amigo Javier Santiago.